
Es momento de conectarnos con nosotros mismos.
La adolescencia es una oportunidad para aprender a ejercer el respeto para con nosotros mismos, puesto que estamos definiendo cada vez más quienes somos, y para con los demás, pues también estamos ajustando la forma en que nos relacionamos con los adultos y con nuestros pares. Ejerciendo el respeto mutuo logramos mayor autonomía y confianza en nuestras decisiones y acciones.
Lee estas frases:
- “Yo le pediría a mis papás que confíen en mí. Siempre me están diciendo qué hacer, cómo vestirme, con quién ser amigos, cómo hacer las cosas y creen que no soy capaz de decidir y tampoco me dejan equivocarme” (María José, 17 años)
- “Me siento muy frustrado cuando le hago preguntas a mi hijo y no me responde, siento que no le importa y me siento ignorado” (Carlos, papá)
- “Este año me ha costado establecer una relación respetuosa con mis estudiantes. Siento que cuestionan todo lo que propongo, incluso cuando no tienen fundamento para hacerlo” (Julio, docente)
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En la discusión del curso, escribe ejemplos de:
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Cuando te respetas a tí mismo
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Cuando respetas a otros que cumplen figuras de autoridad en tu vida (como padres o educadores)
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Escribe por lo menos dos desafíos o retos que tienes al respetar a otros o pedir que te respeten.
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